sábado, 31 de julio de 2010

La tele, esa gran desconocida!!

Hoy me tomo la libertad de no hacer una crítica constructiva (o no) sobre el mundo de la información y no es porque no haya noticias. He estado reprimiéndome para no escribir algo medianamente decente sobre la prohibición de las corridas de toros en Catalunya pero no.

Una, que ha conocido el mundo laboral hace más de un mes y tiene que crear esta entrada, la primera en muchos meses, hablando del mundo caótico y estresante que es la televisión. Y eso que estoy en un medio local.

No me malinterpretéis, estoy muy contenta pero las mil y unas cosas que se hacen, y eso que supuestamente son pocas considerando que estamos en verano y entrando en el mes de agosto en el que se van todos de vacaciones, son bastante asfixiantes.

Unas de las cosas que he aprendido es responsabilidad. Si no estas allí a la hora que te han dicho puede suponer pasarte toda la mañana en redacción leyendo y releyendo un periódico o tres (que son los locales que tiene mi ciudad). Cuando trabajas en la tele sabes que si eres redactora necesitas un técnico de cámara que grabe a no ser que tires de imágenes de archivo, lo cual no es muy práctico si hay informativos dos veces al día de lunes a viernes. Alguien en la audiencia se debería de dar cuenta de que esas imágenes son un refrito constante.

Lo segundo que he aprendido es que tienes un jefe/a que no tiene tiempo para tonterías. Y si lo tiene no debería importarte porque tú tampoco le importas a él/ella. En la tele todo tiene que ser dicho y hecho. No valen excusas ni retrasos de ningún tipo. Si la noticia tiene que estar hecha ya, significa que tenía que estar hecha para ayer y no para hoy, mucho menos para mañana.

Lo tercero que he aprendido es que meter voz en off es leer tu noticia anteriormente redactada (y corregida por el jefe o redactor experimentado) con un tono de locutora muy elocuente. Teniendo siempre en cuenta no ir ni muy deprisa ni muy despacio; vocalizar correctamente; hacer hincapié en nombres, cifras o siglas; equivocarte puede ser un error garrafal, por lo que es recomendable decirle al editor que vuelves a empezar; y lo más importante: debe poner tu nombre en el rótulo de la noticia, ya no por ti, sino porque a la familia le hace ilusión leerlo y saber que eres tú y no una usurpadora con tu voz la que ha redactado, montado y leído la noticia.

Lo cuarto es aprender que se cuece en tu ciudad. Eso que antes no te interesaba ahora se convierte en parte de tu ser y una necesidad constante para poder saber adónde dirigirte y hacia quién. No es recomendable preguntarle en una entrevista al alcalde por su nombre porque no te acuerdas; supondría tu despido (entre comillas porque no tienes contrato ni ganas un sueldo) y la vergüenza de la cadena. Así que hay que conocer a los políticos y famosos del mundo de la actualidad de la localidad.

Entrar o ir a sitios a los que no habías ido antes es genial, y me encanta aprovecharme. Te ven con un micro de la mano y es como si tu status social subiese un peldaño. No se puede decir lo mismo cuando tus objetivos son los ciudadanos de a pié. Esos ven un micro y se esconden y/o huyen de ti como si tuvieses la peor de la enfermedades contagiosas. La gente dispuesta a contestar a tus preguntas delante de cámara están en peligro de extinción.

Di que eres de prácticas y te cogerán cariño.



La tele es un gran invento: verla desde fuera es divertido; verla desde dentro un caos atrayente para todos aquellos que soñamos con trabajar en un medio audiovisual.
El resultado es una bonita experiencia pero unas vacaciones sin tiempo para disfrutar de nada.
Los becarios, que venimos cuando otros se van (de vacaciones) :D