martes, 22 de junio de 2010

Jesús del Gran Poder ahora está manco

Todo comenzó en el tradicional besapiés de los domingos en la sede de la imagen, la Parroquia de San Lorenzo de Sevilla, cuando un hombre de 37 años comenzó a darle patadas, le rompió la túnica y le arrancó uno de sus brazos articulados. El hombre, que podría sufrir graves trastornos mentales, fue reducido por un policía de paisano que se encontraba en el templo y ha sido acusado de un delito contra el patrimonio histórico. Ahora espera a ser puesto a disposición judicial.

La basílica tuvo que ser cerrada ante el disgusto de todos los fieles que allí se encontraban y en la ciudad desde entonces no se habla de otra cosa. Jesús del Gran Poder, el Señor de Sevilla, data del SXVII y es obra del escultor cordobés Juán de Mesa. Congrega a miles de fieles a su alrededor y es por este valor religioso, además del artístico, que la repercusión mediática de este hecho en Sevilla ha sido enorme. Los restauradores aseguran que su reparación no tiene mayor complicación, ya que al estar afectado únicamente ese brazo articulado podrá ser sustituído por otro de características similares.

Ahora lo que se cuestionan muchos son las medidas de seguridad. El hermano mayor informaba a varios medios de comunicación que se tienen colocadas vallas y varios policías velan por la seguridad de la talla en las fechas importantes, pero que aún así nunca se pueden distinguir con eficacia quién viene a rezar al Cristo y quién a agredirle.

Hay que decir que son más los que le rezan que los que le profesan odio. Más que un tema religioso se trata también de tema artístico, y es que nadie cuestiona que sea una obra de arte. Cada vez se respeta menos el patrimonio: antes eran los bancos de las plazas, las fuentes, las papeleras; y ahora ya se pasa por destrozar tallas escultóricas. Pues esperemos que no se ponga de moda.

En Sevilla de momento, ya rezan porque la imagen vuelva pronto a su capilla sana y salva.

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