La Ley Antitabaco que el Ministerio de Sanidad se ha sacado de la manga es de locos.
Os pongo al corriente: hace unos años la señora Trinidad Jiménez anuncia que no se va a poder fumar en los sitios públicos y que en el caso de los bares o restaurantes (los casos que más ampollas están levantando) se podría fumar sólo si el establecimiento tuviese un espacio para fumadores y otro para no fumadores. Vale, hasta ahí todo correcto. Algunos bares decidieron permitir fumar y otros se gastaron una pasta gansa en instalaciones para aislar a los clientes.
Ahora se ve que fumar es malo, malísimo (que lo es, por otra parte) y se prohíbe fumar en cualquier establecimiento tengas las instalaciones preparadas o no. Claro los hosteleros están que echan humo: ¿quién les va a devolver el dinero que se gastaron para remodelar sus negocios? Nadie, señores, nadie. De todos modos no se preocupen, que esta noche la Trini se vuelve a soñar algo maravilloso y cambia de nuevo la ley para que sí les valga la reforma del local. Pero sólo hasta que vuelva a cambiar de opinión.
De risa, como todo lo de este gobierno de chiste. Hoy me levanto y digo una cosa, mañana ya cambiaré de opinión. Ayer decían: se puede fumar en sitios abiertos. Hoy dicen: prohibido fumar en los patios de colegios o institutos. Mañana dirá algo así como: para fumar en sus casas necesitan hacerse primero un chequeo médico: si están muy chungos no se les permitirá fumar; si todavía están medianamente sanos se les dará la aprobación y el carnet oficial de fumador que homologa el Estado.
Que digo yo que si el tabaco es tan malo, ¿por qué no lo prohíbes del todo? Cierra los estancos y requisa todas las máquinas expendedoras del país. Ahora, rebaja el precio de los parches de nicotina que subirá exageradamente la demanda.
La razón es muy sencilla: el tabaco genera beneficios ENORMES al Estado y no les conviene prescindir del dinero que el tabaco o el alcohol aporta a las arcas públicas. Sólo hay que comprobar que todas las veces que hay que subir a lo bestia los impuestos los dos primeros productos que suben son el tabaco y el alcohol.
No sean hipócritas. ¿Cuántos de nuestros ministros fuman? ¿Están de acuerdo con esta ley? porque creo que tienen muy pocos apoyos con respecto a estas leyes que pretender imponer. Y acepto que el tabaco es muy malo para mis pulmones y para los que me rodean, ¿y no son dañinos el humo de los tubos de escape de los miles de coches que circulan por la ciudad, o el humo de las fábricas, o el humo de las calderas de calefacción en invierno?
Que lo poco agrada y lo mucho enfada...
Vídeo: Europa Press
viernes, 4 de junio de 2010
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Creo que la primera ley tendría que haber sido la de prohibir fumar en todos los sitios cerrados. Se habrían ahorrado muchos problemas tanto políticos como hosteleros
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