domingo, 14 de noviembre de 2010

Mundo = Política

Nunca me he interesado demasiado por el mundo de la política, ni tampoco he hecho grandes esfuerzos para entenderla. Pero cuando empecé la carrera de periodismo me di cuenta de cuánto tenía que cambiar mi manera de pensar, puesto que la política era algo básica en este mundillo. Creo que sólo con prestar atención a cuánto espacio le dedican los medios me hacía una idea, y con el paso del tiempo he acabado por interesarme por ella.

A estas alturas no dudo en la importancia que tiene la política en el mundo de la comunicación. Las guerras que cubren los enviados especiales o los corresponsales no son por capricho, sino que siempre ocurren bajo un marco político. Las entrevistas que se hacen a los altos cargos del Gobierno no son para decir lo guapos y guapas que son, sino porque que siempre existe una campaña para desprestigiar al partido contrario. Y las ruedas de prensa, salvo en casos excepcionales, siempre se usan para contarnos lo bonitas y perfectas que son sus ideas para hacer de España un país mejor si llegan a la Moncloa. Los medios se alimentan de los temas políticos, así como los políticos hacen uso de los medios para llegar al ciudadano.


Pero a mí lo que me da más miedo no es pensar que los temas importantes del día estén relacionados con el meeting del Presidente del Gobierno, o con la rueda de prensa que dé la portavoz del partido opositor. Me da miedo la carga ideológica con la que viven muchos medios, porque no me acaba de entrar en la cabeza la razón por la que algo tenga que ser blanco o negro, de derechas o de izquierdas. Me resulta curioso oír aquello de que basta con ver qué tipo de prensa lee cada uno para saber de qué pie se cojea: si lee El País, de izquierdas; El Mundo, de derechas. Bueno, ¿y los que leemos varios o el contrario a nuestros ideales para poder opinar mejor? ¿También corremos el riesgo de quedar encasillados?

Después de unos años conociendo aspectos que no conocía del mundillo periodístico, ya no tengo problemas en decirme a mí misma que esto es lo que hay me guste o no: un día escribiré para un periódico de izquierdas; al día siguiente hablaré ante un micrófono de derechas. Da igual lo que haga, en cualquiera de los casos tendré que amoldarme al ideal del medio. Si me salto el guión, entraré a engrosar las listas del paro.

Y es que ya lo decía Arnold Joseph Toynbee: el mayor castigo para quienes no se interesan por la política es que serán gobernados por personas que sí se interesan. No sé si tomarmelo de manera positiva o negativa, lo que tengo claro es que hoy todo está politizado. Lo que no lo esté, en breves lo estará.

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