lunes, 31 de mayo de 2010

Eurovisión sinónimo de espontaneidad

Sonadísimo. Más sonado que el Algo Pequeñito o Something tiny como decía el rótulo en la actuación de Daniel Diges en Eurovisión.

Dicen que el segundo puesto no beneficia nunca en el festival y este año no ha beneficiado a España pero se ha hecho historia: es la primera vez en la vida del festival que un infiltrado se cuela en alguna de las actuaciones. Y claro, tenía que ser en la nuestra. Yo me lo tomo a risa porque seguro que hasta cierto punto somos el hazmerreir de Europa. No creo que fuese casualidad que este tipo se colara precisamente en nuestra canción. Desde Internet, unos días antes del festival, algunos países aseguraban que se iba a sabotear la actuación española pero ni me imaginaba que se cumpliera y mucho menos que el "saboteador" sea español. Catalán para ser preciso como le gusta decir al tipo este. Jimmy Jump, que así se hace llamar, es todo un experto en burlar la seguridad y colarse en campos de fútbol o circuitos de Fórmula 1.

El hombre debió de pasárselo bien en el escenario pues se unió a los bailarines como si fuese uno más hasta que vio que la seguridad se le echaba encima y salió corriendo. La policía lo arrestó de inmediato y tras pagar una multa de 1.800 euros quedó en libertad para preparar su próxima aparición. Su página web oficial echa chispas, su pagina de fans en facebook se ha disparado y Jump ya se ha encargado de hacerse con los ejemplares de los diarios de toda Europa para enmarcar su hazaña.

España no ganaría, pero nuestra participación de este año ha tenido más repercusión que la mismísima ganadora.





La ganadora de este año es la jovencísima Lena de 19 años representando a Alemania. Era un extraño caso entre Avril Lavigne y niña que se lo pasa bien con sus colegas jugando al SingStar. La canción era bastante sosa a mi parecer, a veces más que cantar berreaba y la puesta en escena era muy sosa, comparada con los floripondios que habían montado otros países, pero era una de las favoritas y al final se confirmó su éxito. Incluso España le dio los ansiados 12 puntos... No quiero augurar nada pero no me parece que sea canción de sonar mucho en las radios, más que nada porque tiene pinta de ser la típica canción que escuchas dos veces y ya cansa.




Además de Lena arrasaron los turcos. El grupo Manga con su tema We could be the same puso una nota rockera que a mí personalmente me conquistó y que era necesaria ante tanta balada pegajosa y lenta. Quedaron segundos aunque para mí eran los merecidos ganadores de la edición de este año. Espero que el segundo lugar no sea una maldición y sigan tocando. Estoy segura de que el festival les ha hecho ganar nuevos fans (me incluyo).




En total 7 millones de espectadores se concentraron en el momento de las votaciones que volvieron a certificar que Eurovisión es un festival en el que prima la política por encima de lo musical y que ni la incorporación de un jurado profesional, como novedad, ha hecho que se rompieran muchos de los pronósticos que ya se sabían meses antes de conocer a los interpretes y sus canciones. Por último recordar que no hay canciones eurovisivas, ni sirven las frikadas porque cada año sale un ganador distinto al anterior pero lo que está claro es que si permitimos que se nos cuelen personajes como el de la foto (al comienzo de la entrada) no nos tomarán nunca en serio. Que ya tenemos bastante con ser el hazmerreir en Europa gracias a nuestros políticos como para que también hagamos el ridiculo en festivales musicales.

En cualquier caso, mi aplauso para Daniel Diges y compañía porque mantuvieron el tipo en todo momento, siguieron concentrados y en vez de intimidarlos les hizo crecerse en el escenario. Algo pequeñito que se ha convertido en algo grandecito.

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